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Cómo una niña, Brice Taylor (un seudónimo) se sometió a traumas en curso como violaciones múltiples y continuas por su padre, que también la utilizan para la prostitución infantil y la pornografía infantil: “Durante años, mi padre realizó una serie de abuso brutal ritual de tipo físico y psicológico”, escribe, “entre ellos el confinamiento en los armarios, las jaulas y los ataúdes, mientras me decían que me dajarían morir, llegar a punto de ahogarme, el aislamiento, agujas insertadas en las zonas sensibles del cuerpo, mala alimentación y la privación del sueño; electroshock a través de cables eléctricos, equipos de soldadura y bastones eléctricos, programación hipnótica y electrónicos sofisticados…
Ella también fué obligada a participar en los rituales de tortura y las orgías. Luego fué “vendida” en una subasta de esclavos.
“Elitistas en el mercado de esclavos de control mental asisten a las subastas que aparecen al principio como desfiles de moda de niños”, escribe. “Yo hice muchas apariciones en estos programas antes de que fuera “patrocinada”, o “vendida”.
Su “dueño” era la mundialmente famosa celebridad Bob Hope, según Taylor. Taylor sufrió una programación más intensa con “El Mago de Oz”, Disneylandia, y “The Parent Trap” -temas sobre gemelos-, así como técnicas avanzadas de la NASA sobre control mental.
La Vida Como una Esclava Sexual
Desde muy temprana edad, Brice Taylor fue prostituida como una esclava mental controlada para tener sexo con los presidentes John F. Kennedy, Lyndon Johnson, Richard Nixon, Gerald Ford y el entonces gobernador Ronald Reagan. Ella era llamada una “Million Dollar Baby”.
“¡He oído conversaciones en las que el Presidente de los Estados Unidos y otros destacados políticos ofrecian los servicios de “acompañantes” de la CIA como humanos robots – esclavos programados sexualmente y para espionaje”, escribe.
“Se les animó a utilizar estos servicios de acompañantes para sus necesidades sexuales y emocionales, en lugar de exponerse a personas ajenas … Como supe más tarde, el Proyecto Monarca, esclavas sexuales con formación sexual beta, fueron llamadas ‘bebés del millones de dólares’, refiriéndose a la gran cantidad de dinero que cada esclavo tiene por objeto introducir a partir de una edad muy temprana. En los años 60, el costo de una esclava sexual monarca estaba alrededor de $ 1200 por una noche. Henry me llamó su “máquina de millones de dólares.”
Kissinger también la usó como un ordenador personal humano, con acceso a sus archivos de opinión en las reuniones de la Comisión de Energía, la OTAN, Consejo de Relaciones Exteriores, Comisión Trilateral y Asignaciones de la Cámara de Comercio Exterior. Espeluznante no? pues talvez en el libro encontremos elementos que nos ayuden a entender más sobre todas éstas técnicas de control mental.
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